NOTA DE PRENSA – #RutaIPAE Historia muestra que Intervencionismo del Estado en la Economía afecta Ingresos de las Familias

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Lima, diciembre de 2020.- La pandemia del COVID-19, así como las muertes y crisis económica que ha traído, no son el único problema que debemos enfrentar hoy como país. A esto se suma la inestabilidad política, así como la propuesta de leyes que agravarían el ya difícil panorama que atravesamos, como el tope a las tasas de interés, la anulación de régimen CAS sin contemplar meritocracia en la transición, así como el ajuste de la Remuneración Básica Agraria por encima de la RMV.

Ya tenemos consecuencias tangibles de este tipo de propuestas, como el cambio de la perspectiva de Perú de “estable” a “negativa” por la agencia de calificación de crédito Fitch Ratings.

En este contexto, y a fin de evitar que las consecuencias sean mayores, es oportuno revisar nuestra propia historia y en tal sentido tomar conciencia de la pérdida de bienestar que generó el intervencionismo que tuvo el país en el periodo 1968-1990. Presentamos al respecto la #RutaIPAE: “Impacto del Intervencionismo: Pérdida de Productividad, Capital e Ingresos”, desarrollada por César Martinelli, Doctor en Economía.

Esta Ruta reflexiona sobre las consecuencias del intervencionismo en el Perú en el periodo 1968-1990, en que se nacionalizó la minería, la banca, la pesquería, entre otros, se creó un extenso sistema de protección industrial y se fijaron numerosos controles de precios.

Según muestra la Ruta, el régimen intervencionista costó hasta 50% del producto bruto interno per cápita por año (hacia 1990), utilizando una muestra de países latinoamericanos como control estadístico. Es decir, hacia 1990, los peruanos teníamos la mitad del ingreso que podríamos haber tenido sin el intervencionismo en la economía. Dicho de otro modo, si seguimos implementando políticas intervencionistas tales como los controles de precios, los ingresos de los peruanos se reducirán en el futuro.

Como se destaca en la Ruta, el intervencionismo también devino en crisis fiscal, que tuvo lugar por la falta de autonomía del Banco Central de Reserva de ese momento. Los elevados déficits fueron financiados mediante el endeudamiento externo y, cuando este no estuvo disponible, mediante emisión monetaria. Así, los ingresos de los peruanos fueron severamente afectados por la persistente inflación, que se desembocó en 1990, en que llegamos a más de 7,000% (es decir, ahorros por S/ 7,000 a inicios de 1990 eran equivalentes a S/ 1 a fin de 1990).

En la Ruta se destaca que el régimen económico de la Constitución de 1993 selló la estabilización y el fin del estado intervencionista en la economía, al requerir que la actividad empresarial del Estado ocurra solo por ley (art. 60) y prohibir el financiamiento del Estado por el Banco Central de Reserva (BCR) (art. 84).

Tanto el respeto por la independencia del BCR como el rechazo a la imprudencia fiscal, que han sido rasgos característicos de la economía y la política las últimas tres décadas, se remontan en cierta medida al colapso del régimen intervencionista. Conversamente, el debilitamiento de la memoria puede poner en riesgo la estabilidad macroeconómica ganada con tanto esfuerzo por el país y la orientación favorable al mercado del régimen económico vigente.

Informémonos sobre los resultados del intervencionismo en el Perú, y evitemos que la historia se repita, en perjuicio del bienestar de los peruanos.

Puedes descargar la Ruta Desarrollo Nacional completa en:

https://www.ipae.pe/wp-content/uploads/2020/12/RDN-Impacto-del-intervencionismo.pdf

El documento ha sido elaborado por César Martinelli y se basa en investigaciones realizadas por el experto y por Marco Vega, “The Economic Legacy of General Velasco: Long-Term Consequences of Interventionism” aparecido en la revista Economía de la PUCP, vol. 42 (2019) 102-133, y “Monetary and Fiscal History of Peru 1960-2017”.