CADE Ejecutivos 2018: Liderazgo Empresarial por un Perú Moderno

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Por: Gonzalo Aguirre – Presidente de CADE Ejecutivos 2018

Luego de la saludable distancia de unos días, escribo mis impresiones sobre CADE Ejecutivos 2018, el número 56 de la larga historia de IPAE.

Primero, el tono: serio y propositivo.
Segundo, la mirada: más empresarial que política.
Tercero, el contexto nacional: preocupante pero expectante a la vez.
Cuarto, el ánimo: mejor de lo esperado y mejor aún a medida que pasaban las horas y días.

Liderazgo Empresarial por un Perú Moderno, título de esta edición, fue desde el inicio un CADE ambicioso que buscó poner en agenda tres ejes transversales –antes que sectoriales- enfatizando la lucha contra la corrupción
desde el empresariado, la sostenibilidad como la nueva y necesaria forma de hacer empresa en un mundo que se agota y que exige cada vez más compromiso de sus empresarios, y tercero, el reto de ser más competitivos para poder generar el bienestar que todos anhelamos.

Mi impresión ya post CADE, es que ha sido exitoso en su objetivo de colocar temas de interés nacional en la agenda del país. Curiosamente, dados los años recientes de letargo en cuanto a las reformas necesarias, la mirada de mediano y largo plazo que el CADE usualmente imprime, ha terminado siendo esta vez casi coyuntural. Basta analizar el discurso en CADE del Presidente refiriéndose a la impostergable lucha contra la corrupción como prioritaria, y el reiterado compromiso a favor de la competitividad, haciendo hincapié en la urgente reforma del mercado laboral y su larga lista de inversión casi inmediata en infraestructura, para darnos cuenta de la urgencia de las mismas!

Este CADE fue distinto a otros por varias razones:

– El auditorio paralelo que nos permitió profundizar en diversos temas, una novedad que resultó ser especialmente exitosa. Me atrevo a pensar que lo repetiremos en futuros CADEs.

– La presentación de Sinfonía por el Perú, emprendimiento cultural de Juan Diego Flórez: un evento fuera de lo común que nos llenó de humildad y sensibilizó ante el logro extraordinario de nuestros jóvenes músicos que en circunstancias adversas logran desarrollar magníficamente su talento.

– La participación de jóvenes empresarios presentando sus nuevas y exitosas iniciativas también marcaron una diferencia con respecto a ediciones anteriores.

– La Carta de los Niños, así con mayúsculas: un esfuerzo de distintas instituciones vinculadas a IPAE que sintetizaron en una sola carta el mensaje de los niños del Perú que a través de setecientas cartas nos hicieron llegar su sentir, desde el futuro, a la generación encargada de legárselos. Su mensaje: ¡asuman su responsabilidad!

Mención especial merece el espacio dedicado en este CADE a la importancia de los centros de pensamiento o think tanks, actividad que debe tomar un decidido impulso en los próximos años.

Finalmente, me parece que CADE 2018 logró su objetivo, concientizando a los peruanos de nuestra generación a que asumamos cabalmente nuestra responsabilidad y al gobierno, a que emprenda las reformas pendientes con carácter de urgencia, resaltando la importancia institucional de CADE como valioso instrumento de reflexión, confluencia y desarrollo para nuestro país.