Secundaria de Primera: La tarea pendiente

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Semana Económica.- 20.06.2017. Fr. Elías Neira Arellano Osa. Director del Colegio San Agustín y Presidente de CADE EDUCACIÓN 2017.

La secundaria ha sido la etapa educativa más olvidada en las últimas décadas. Esto motivó a CADE Educación 2017 a abordar el tema bajo el título Secundaria de Primera, construyendo un proyecto de vida. Pero, ¿Por dónde comenzar?

Proponemos comenzar por la gestión. Mientras que no hagamos una reingeniería, cualquier cambio pedagógico bien intencionado terminará siendo un engorroso trámite más que conllevará contratar más burocracia. A nivel de gestión, consideramos que hay tres puntos centrales: 1) la autonomía del director, 2) la creación de redes de gestión escolar y 3) cambiar el enfoque centralista actual por uno enfoque sistémico basado en la confianza.

  1. Los directores de los colegios necesitan una justa autonomía para gestionar la cultura escolar de su institución. Según el informe McKinsey, el liderazgo del Director es el segundo factor que más influye en el aprendizaje de los estudiantes. Por ello, el director debe tener la potestad de tomar decisiones sobre el tipo de asistencia técnica y soporte que requiere de la Red y de la UGEL a la que pertenece, lo que implica pasar a un esquema de intervenciones desde lo que el Director y su escuela demandan y no desde lo que la UGEL está acostumbrada a ofrecer.
  1. Es necesario crear redes de gestión escolar que agrupen alrededor de 15 directores con un gerente que los lidere y que, a su vez, estará subordinado al Director de la UGEL. Actualmente las redes existentes son de corte pedagógico y no de gestión por lo que sólo se reúnen para intercambiar buenas prácticas, pero los acuerdos no son vinculantes ni tienen alguien a cargo con una línea de mando clara que haga el seguimiento. Estas redes de gestión deber ser territoriales, servirían de nexo entre el Director y la UGEL, compartirían un mismo proyecto educativo, contratarían al personal de modo que puedan reasignar las plazas docentes a cada escuela y cada red tendría un equipo de soporte legal, psicológico, etc.
  1. El sistema educativo es un organismo dinámico y complejo que no mejora porque se emita una resolución en la alta dirección. Necesitamos descentralizar la gestión y toma de decisiones con el soporte necesario en la que no basta una regionalización mal hecha. Debe crearse equipos interdisciplinarios donde converjan educadores y economistas, y no seguir teniendo, por un lado, la gestión pedagógica a cargo de especialistas que elaboran proyectos educativos sin partidas presupuestales, y por el otro, la gestión institucional a cago de economistas sin una perspectiva pedagógica. Lo que sí debe separarse son las funciones de gestión y supervisión teniendo dos instancias separadas. El MINEDU no puede seguir siendo el gestor de las políticas educativas y al mismo tiempo evaluar el impacto de las mismas, pues nadie puede ser juez y parte.

Ninguna propuesta pedagógica ha sido exitosa si no está acompañada de una buena gestión.