CADE Ejecutivos 2017: ¿Qué novedades traerá la nueva edición?

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Drago Kisic Wagner, miembro del directorio del Banco Central de Reserva (BCR), asiste a CADE Ejecutivos desde hace décadas, en las épocas cuando sus intereses se inclinaban más por la política que por el sector privado. Sin embargo, en los últimos años, el destacado economista ha mantenido su interés en estos dos rubros, no solo fundando un partido político, sino integrando Macroconsult, una de las más importantes consultoras en temas de negocios. Quizá por ese motivo, por esa certeza que posee que la economía exige una dirección política clara ha bautizado como presidente del comité organizador de CADE Ejecutivos 2017 “Un solo Perú, no más cuerdas separadas, desterrando esa vieja creencia de que política y economía van por canales diferentes.

En ese sentido, según Kisic, no existen países que hayan salido en el largo plazo del subdesarrollo exclusivamente basados en sus políticas económicas. Por el contrario, las economías más sólidas atravesaron profundas reformas institucionales, que exigieron apagar el famoso botón del piloto automático, que consiste en poner en orden la economía para beneficiarse del libre mercado. Sin embargo, cuando el contexto externo es desfavorable, como ahora, salen a relucir la falta de reformas que vayan más allá de la economía, en materia de educación, justicia, barreras burocráticas, reforma electoral, entre otros aspectos clave. Para Kisic, economía y política no deben ir más por cuerdas separadas, como pensaban equivocadamente muchos.

Muchos empresarios pensaban años atrás que el camino al primer mundo estaba cerca, pero no era así, ¿qué ha cambiado?
Teníamos esa idea de que mientras la economía funcionara bien, el resto de temas podían ir por cuerdas separadas. Pero no es así. Hicimos importantes reformas en materia económica, pero nos faltó completar reformas en otros campos importantes, como reforma política, competitividad, reforma educativa, reforma de justicia, desarrollo de infraestructura y descentralización, temas que se desarrollaran este año en diversas mesas de expertos.

¿Quiénes serán los invitados que llevarán a los asistentes a esa reflexión
Contamos con la participación de importantes analistas, como Hugo Neira, quien reflexionará sobre el mestizaje y la promesa de vida para el peruano en el siglo XXI. Fernando de Trazegnies reflexionará sobre la República, la ciudadanía y las instituciones. El ministro de Cultura, Salvador del Solar, hablará de cómo darle significado al Bicentenario como fecha para establecer metas y plazos. A diferencia de otros CADE, este será más conceptual y propositivo.

¿Por qué considera que será más conceptual?
Será más conceptual que temático porque no nos quedaremos solo en los temas sectoriales o comerciales, sino que buscaremos ponernos de acuerdo en los conceptos, para identificar qué nos falta para ser un país más próspero. En ese sentido, IPAE, como organizador del evento, presentará su propuesta Perú al Bicentenario, que articulará los campos en los que nos ha faltado hacer reformas, temas que exigen más manejo político que piloto automático. Queremos construir una visión compartida para los próximos tres años, pensando en el 2021, para regalarle al país, una visión de futuro, un ideario en común para nuestra sociedad mestiza de clase media.

La participación del poder ejecutivo será clave, ¿qué ministros estarán presentes?
Los gobiernos normalmente participan bastante. El año pasado el presidente Pedro Pablo Kuczynski estuvo presente los tres días con todos sus ministros. Pero, como queremos hacer énfasis en la idea de no más cuerdas separadas, hemos equilibrado más la participación del sector público. Julio Velarde, presidente del BCR, abrirá el primer día haciendo énfasis en que se necesita crecer para reducir la pobreza, pero con reformas de segunda y tercera generación que hagan posibles cerrar esas brechas. Estará el presidente de la Corte Suprema, de la Fiscalía, la presidenta de la comisión de Constitución, entre otros. Las reformas que nos hacen falta van más allá del poder ejecutivo.

¿Quiénes serán los invitados internacionales?
Estarán José Luis Cordeiro, fundador de Singularity University de Silicon Valley; Hugo Pardo Kuklinski, experto en temas de educación y comunicación digital; Juan Luis Cebrián, periodista; Jorge Becerra, presidente del Grupo Prisa de Boston Consulting Group, entre otros. Pero cabe destacar la presencia de IPAE, que contará con la participación de ex presidentes y de directores.

En CADE Ejecutivos 2012 se hizo una encuesta en la que se les preguntaba a los empresarios asistentes si consideraban que sus empresas estaban relacionadas a actos de corrupción, y alrededor de 69% de participantes respondieron que sí. ¿Habrá un espacio para reflexionar sobre la corrupción, sobre todo después del caso Odebrecht?
Ese es un tema fundamental. El contralor, Nelson Shack, hablará precisamente sobre ese tema, del lado del sector público, y Rolando Arellano hablará desde el sector privado, vinculando este tema a la informalidad.

¿Qué ha cambiado a la hora de hacer empresa las últimas décadas?
Hoy, a diferencia de muchos años atrás, tenemos una sociedad más homogénea, con más mestizaje y mayor densidad urbana. Por otro lado, a diferencia del pasado, tenemos una economía saneada y una juventud mejor educada. La clase media está allí, no la hemos perdido. El modelo ha funcionado, gracias a los controles, que son los organismos reguladores. Pero hay que perfeccionar el modelo y fortalecerlo. ¿Qué sería si en el Perú no hubiera solo un Antamina o un Las Bambas, sino seis? Chile produce el doble de cobre no porque haya más yacimientos que en el Perú, sino porque no tenemos las condiciones para facilitar la inversión.

Precisamente, cuando uno ve las consecuencias del Perú informal, se le critica a los empresarios que reclaman reglas y normas más laxas para la inversión.
Es que el problema es que esas normas y reglas, que asfixian principalmente a los empresarios formales, solo se aplican a un reducido número de empresas. Al resto, que vive en la informalidad, no se le exige nada. Eso debe cambiar.

Fuente: El Comercio / Zona Ejecutiva / 09-10-2017